miércoles, 6 de mayo de 2015

Multiplicar, ese verbo tan peculiar

Si nos preguntan, ¿qué es multiplicar? automáticamente contestaremos que es la suma sucesiva de un número, por ejemplo, 4 x 2 es sumar 4 veces 2 (2+2+2+2) o 2 veces 4 (4+4) = 8
Pero, ¿es fácil entenderlo con una sola frase? Seguro que con esta historia te será más fácil comprender de dónde sale este verbo tan peculiar.

Érase una vez un país llamado Matemáticas donde todo todo todísimo estaba hecho mediante números y figuras increíbles. En él habitaban los personajes más curiosos que podrías encontrarte puesto que muchos de ellos siempre iban cambiando de forma. Pero no nos despistemos con estas increíbles formas y vayamos a una ciudad en particular: la Ciudad de las Operaciones.
En esta ciudad convivían nuestras ya amigas la Suma y la Resta que no paraban de poner y quitar números por todas partes.
Un día, la Suma se puso a hacer galletas y las fue colocando en bolsitas de a 2. Estuvo tooodo un día cocinando ricas galletas para todos sus amigos y cuando terminó, se estresó porque no sabía ni cuántas galletas ni cuántos paquetes había hecho, ni si iban a ser suficientes para todos. Así que se puso a sumar teniendo en cuenta cada paquete y las galletas que había en él pero ¡cada dos por tres se equivocaba sumando y tenía que volver a empezar! Pensó que si seguía así le llevaría todo el día y el día siguiente en contar todas las galletas sin saber si eran suficientes.
Qué suerte tuvo nuestra amiga la Suma cuando vio pasar por la ventana a su hermana mayor la Multiplicación. Corriendo fue a buscarla para que le ayudara en tan estresante tarea y, por supuesto, la Multiplicación no dudó en ayudar a su querida hermanita.
¿Y cómo la ayudó? pues vereis, la Multiplicación al ser la hermana mayor de la Suma, hace que las operaciones sean más sencillas y, por tanto, se tarde menos en contar. Como si fuera una obra de magia, la Multiplicación con saber cuántos paquetes hay y cuántas galletas hay en uno de ellos puede saber el total. Y así lo hizo, primero le pidió a la Suma el número de paquetes (9 paquetes) y después el número de galletas en cada paquete (2 galletas), y con estos dos números pudo averiguar el total de galletas que la Suma había hecho, 18 galletas en total. La Suma estaba asombrada por lo rápido y fácil que su hermana la Multiplicación había conseguido averiguar cuántas galletas había hecho, pero la verdad es que no se fiaba mucho de que su hermana lo hubiese hecho bien. Así que la Suma le pidió ayuda en contar todas las galletas como ella sabía para ver si era cierto y ¡así fue! La Suma seguía sin entender cómo podía ser, así que la Multiplicación le explicó que ella lo que hacía era hacer su trabajo de forma más simple puesto que, en vez de sumar tantas veces el mismo número, pone el número por las veces que quiere sumarlo (2 galletas sumado 9 veces = 2 por 9 = 18 galletas)
La Suma estaba contentísima con tal descubrimiento y no dudó en que la próxima vez que tuviese que sumar mucha veces un mismo número acudiría a su hermana mayor la Multiplicación para saber el resultado más rápido y más sencillo.


Después de este cuento de las hermanas Suma y Multiplicación, te habrás hecho a la idea de por qué es más fácil hacerlo así. Imagínate que quieres sumar el número 89, 156 veces, ¡tardarías un montón en saber el resultado si no fuese por la Multiplicación!

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